CICLO SOBRE VÍCTIMAS DEL TERRORISMO ORGANIZADO POR LA FUNDACIÓN VILLACISNEROS
El pasado 27 de marzo se celebró la segunda conferencia del ciclo que con el título “¿Nos importan las víctimas de ETA?” organiza la Fundación Villacisneros. En esta ocasión se abordaba la segunda invocación tradicional de las víctimas, la Verdad. Participaron Ana Iribar, presidenta de la Fundación Gregorio Ordoñez, Nicolás Redondo, exsecretario general del PSE y Javier Zarzalejos.
Ana Iribar introdujo la conversación preguntando a los ponentes acerca de la posibilidad de un entendimiento entre el PP y el PSOE en este tema y en otros de importancia decisiva. Tanto Redondo como Zarzalejos coincidieron en que, aun siendo deseable especialmente en materias tan sensibles como ésta de las víctimas del terrorismo, en este momento los socios del Gobierno y el propio Ejecutivo lo hacen imposible, al ser agentes activos del blanqueamiento de los herederos políticos de ETA.
Zarzalejos hizo hincapié en lo apropiado del título de la sesión: la verdad de las víctimas existe, es una verdad ética y política, no un mero “relato”. En este sentido, señaló que esa verdad es tan dura que incomoda la revisión del pasado reciente, hasta el punto de que hoy vivimos en un “ínfimo nivel ético”. Sin embargo, expresó también su convencimiento de que se puede “regresar de ese olvido” al margen de la nostalgia, “trabajando por la verdad”.
Al respecto, el eurodiputado se mostró convencido de que cualquier acuerdo futuro en este ámbito tiene que partir de la misma raíz que en su día alumbró el Pacto por las Libertades y contra el terrorismo, al que calificó como el “último pacto inspirado en los valores del 78”, los que inspiraron la Transición política a la democracia.
Zarzalejos puso mucho énfasis en alertar sobre el riesgo cierto de impunidad histórica, política y penal (los más de 300 asesinatos pendientes de resolución judicial). En este sentido, advirtió que, si no se produce en España un cambio político, la impugnación de la Transición a nivel nacional puede coincidir con un eventual acceso al poder de Bildu-Batasuna en el País Vasco, formación a la que calificó como “tumor de la democracia”.
Zarzalejos señaló la paradoja de que las marcas sucesoras de Batasuna fueran re-legalizadas aduciendo que habían condenado el terrorismo en sus estatutos, al tiempo que quienes esgrimían ese argumento continúan hoy pidiendo una condena de la trayectoria criminal de ETA que sigue sin producirse.
El eurodiputado recalcó el significado político de las víctimas del terrorismo considerándolas las víctimas “referenciales” de la democracia española, al considerar que -a diferencia de otras- murieron sin adscripción de bando, “por la libertad de todos”. En consideración a lo cual, censuró que las formaciones que no han condenado ni uno solo de los atentados y buscan la impunidad histórica y política del terrorismo etarra, sean hoy socios estratégicos del Gobierno, mientras trabajan para que “se cierre el círculo de impunidad” que ha deformado el paisaje político vasco y ha debilitado al conjunto del Estado, amenazando con resultar “el funeral de la España del 78”.
Zarzalejos quiso concluir con un mensaje de esperanza, animando a recuperar la idea de que “quien echa un pulso al Estado, lo pierde” y asegurando que cuando la sociedad y el Estado “se ponen a ello, los resultados sorprenden”. Y concluyó animando a trabajar para que “quienes jalearon los asesinatos no tengan la última palabra”.